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Stéphanie Frappart se consagra como la gran pionera del arbitraje femenino en el Mundial de Qatar

La jueza francesa, primera mujer en arbitrar en Champions, debuta con éxito en el dramático Alemania-Costa Rica

Diego Torres
Stéphanie Frappart árbitra Mundial de Qatar 2022
La árbitra Stéphanie Frappart durante el Croacia - Alemania, que se enfrentaron este jueves en el último partido de la fase de grupos.Georgi Licovski (EFE)

“Necesito canalizar esta gran emoción”, dijo Stéphanie Frappart, tras conocer el pasado miércoles que se convertiría en la primera mujer en la historia en dirigir un partido del Mundial. La francesa, de 38 años, había sido designada para arbitrar el encuentro número 44 de la Copa del Mundo en Qatar, nada menos que Alemania-Costa Rica, decisivo para resolver la clasificación del Grupo E.

El imán de la mezquita de Masjid llamaba a la oración en la barriada de Jor que lindaba con el desierto, cuando Frappart entró en el estadio Al-Bayt, la gigantesca representación de una jaima en medio de la llanura. A las 21.30 del jueves en Qatar, el trío arbitral que formó con la asistente mexicana Karen Díaz y la brasileña Neuza Back, pisaba el terreno de juego. La tensión se reflejó en el rostro magro de la francesa nacida en Herblay-sur-Seine, exfutbolista y árbitra por vocación desde los 13 años.

“Comprendí que mi vida había cambiado cuando en 2019 la gente comenzó a reconocerme por la calle”, dijo a la CNN. “Creo que puedo inspirar a muchas mujeres a asumir más responsabilidades. Espero que esta Copa del Mundo también ayude a mejorar la vida de las mujeres en Qatar”.

Según Amnistía Internacional, en Qatar las mujeres son legalmente consideradas inferiores a los hombres. No pueden casarse, trabajar en la administración o acudir a un ginecólogo sin la autorización del padre, un hermano, un abuelo, un tío o su esposo. La hiyab, el código de vestimenta islámico, inspirado en mandatos del Corán, no solo impone que mujeres y hombres se vistan de distinta manera. Prohíbe expresamente lucir las piernas en público. Eso es exactamente lo que hizo Frappart ante los 80.000 espectadores que se congregaron en el Al-Bayt: vestirse de corto, tal y como se visten los árbitros hombres.

La árbitra francesa Frappart calienta antes del partido junto a las dos asistentes, la brasileña Neuza Ines Back y la mexicana Karen Diaz Medina.
La árbitra francesa Frappart calienta antes del partido junto a las dos asistentes, la brasileña Neuza Ines Back y la mexicana Karen Diaz Medina.DPA vía Europa Press (DPA vía Europa Press)

“Stéphanie lleva años en el máximo nivel”, observó Pierluigi Collina, jefe de los árbitros de la FIFA. “Para nosotros no hay hombres y mujeres sino árbitros oficiales. Se lo he dicho a ella: ‘No estás aquí para cubrir un cupo femenino. Está aquí porque es árbitra de la FIFA”.

Frappart, que forma parte de la nómina de 36 jueces en el Mundial, venía de ejercer como cuarto árbitro en el Polonia-México. A nadie le sorprendió su presencia en un plantel de árbitros que incluye centroamericanos y asiáticos sin experiencia en campeonatos de tanto prestigio como la francesa, pionera del fútbol a todos los efectos. En 2019 Frappart se convirtió en la primera mujer en dirigir un partido de Ligue 1, luego pitó la final de la Supercopa de la UEFA entre Liverpool y Chelsea y la final de la Copa de Francia ese mismo año. En 2020 debutó en la Champions masculina, en donde ya es una presencia recurrente, reconocida por todos los aficionados. Desde 2020, además, ha arbitrado encuentros internacionales de Liga de Naciones y Eurocopa.

Solo una tarjeta

El 1 de diciembre de 2022 se inscribirá en los anales del fútbol por dos sucesos. Será recordado como el día en que Alemania quedó eliminada por segundo Mundial consecutivo en una fase de grupos, y se evocará como la fecha del primer arbitraje femenino de la Copa del Mundo. Un gran paso para la integración de la mujer que no pasará a la historia por los incidentes reseñables en el acta arbitral. Apenas una tarjeta amarilla, al costarricense Duarte en el curso de una hora y media de emociones al límite.

Si Gortetzka se desplazara en el campo como se desplazó Frappart, de naturaleza maratoniana, Alemania no habría padecido tantos problemas para equilibrar su juego ante Costa Rica. La juez maniobró omnipresente pero sin hacerse notar. Con los jugadores sobrecargados de tensión, apenas señaló 12 faltas, no precisó de sanciones ni advertencias para aplacar los ánimos, y cuando hubo un conato de pelea, como entre Waston y Rüdiger en las jugadas a balón parado, intervino con efecto calmante. Cuando señaló el final y las dos selecciones se vieron eliminadas, en la retina de los espectadores no se registró ni un lance violento ni una decisión polémica.

“Lo hará de maravilla”, dijo Hansi Flick, la víspera. El seleccionador alemán no hizo mejor pronóstico en su breve paso por el Mundial.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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