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La banca regional de EE UU se desangra en Bolsa pese al rescate de First Republic

Las acciones de PacWest y Western Alliance se desploman un 28% y un 15%, lo que aumenta las dudas sobre la salud del sector

Denisse López
Un peatón camina frente a un cajero automático del First Republic Bank en Los Ángeles, California.
Un peatón camina frente a un cajero automático del First Republic Bank en Los Ángeles, California.ETIENNE LAURENT (EFE)

Las acciones de los principales bancos regionales de EE UU han caído este martes por encima del 20%, un día después de la compra de First Republic por parte de JP Morgan. La evolución demuestra que a los inversores todavía les preocupa que la crisis desatada en marzo por el cierre de Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank pueda hundir a otros bancos medianos.

Las acciones de PacWest Bancorp han perdido casi un 30%, mientras que Western Alliance y KeyCorp se hundían más de un 15% y un 9%, respectivamente. Las dos primeras entidades han dejado de cotizar momentáneamente debido a la volatilidad. Su situación es delicada debido a las similitudes que guardan con SVB y First Republic. Ambos bancos publicaron unos resultados de ganancias en abril que parecieron apaciguar a los inversores y garantizaron que la salida de depósitos se había estabilizado. Sin embargo, hoy vuelven a resentirse en Bolsa.

Comerica y Zions Bancorp, con sede en Utah y presencia en S&P 500, han retrocedido más del 12% y del 10%; y Charles Schwab, otra de las entidades más presionadas en los últimos meses, un 3,3%. En una visión más general, el índice bancario regional se dejaba hasta un 6,49%. Las acciones de los bancos más grandes también dan un paso atrás. Goldman Sachs y Morgan Stanley bajan un 2,1%, mientras que JP Morgan lo hace un 1,6%.

Las pérdidas del sector, que cae un 28% este año, se produce un día después de que el Departamento de Protección Financiera e Innovación de California interviniera First Republic. Su compra por parte del mayor banco estadounidense y consecuente desaparición lo convierte en la segunda quiebra más grande en la historia de Estados Unidos, solo por detrás del Washington Mutual, en 2008.

El CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, aseguró ayer que con la adquisición de First Republic, la actual crisis bancaria había “terminado”. Sin embargo, los analistas no son tan optimistas. “Si bien la medida ha sido una buena señal, no hemos tenido una solución clara a la falta de confianza entre los bancos regionales y es posible que necesitemos una respuesta más holística de los reguladores o del gobierno”, ha dicho Herman Chan, analista de Bloomberg Intelligence.

“Parece que el acuerdo de JP Morgan dio un día de calma para el sector bancario. Pero las acciones regionales aún son vulnerables hasta que haya señales claras de que los programas de préstamos de emergencia pueden desaparecer”, según ha explicado Ed Moya, analista de mercado de Oanda. “Wall Street se pregunta qué banco podría ser el próximo que necesite un rescate y eso facilita la caída de otros bancos regionales”, ha detallado. Por su parte, el director ejecutivo de Longbow Asset Management cree que la “crisis de confianza” que hundió a First Republic puede pasarle a cualquier banco de EE UU, lo que “potencialmente es un gran problema”. Algunos inversionistas también están preocupados por el impacto qué tendrá a largo plazo la absorción de esta entidad por parte de JP Morgan.

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Sobre la firma

Denisse López
Es redactora de la sección de Economía de EL PAÍS y CINCO DÍAS. Escribe habitualmente de macroeconomía y coyuntura. Se incorporó a esta casa en 2022, después de haber trabajado en distintos medios digitales en México. Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Nacional Autónoma de México, y el Máster de Periodismo UAM-El País.

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