La BUAP, compromiso con el valor público del conocimiento

Martes, Marzo 20, 2018
  • Presenta Ángel Xolocotzi su Segundo Informe de Labores como director de la Facultad de Filosofía y Letras

 

Uno de los contenidos más relevantes del Programa de Desarrollo Institucional, 2017-2021, define el rumbo de la BUAP bajo un nuevo paradigma de gestión y claro compromiso con el valor público del conocimiento y la investigación, con un impacto medible en el desarrollo, progreso y bienestar social.

           Así lo señaló el vicerrector de Investigación y Estudios de Posgrado (VIEP), Ygnacio Martínez Laguna, al dar lectura al mensaje del Rector Alfonso Esparza Ortiz, durante el Segundo Informe de Labores del director de la Facultad de Filosofía y Letras, Ángel Xolocotzi Yáñez. Por ello, invitó a mantener la unidad “con el propósito de consolidar a la BUAP como elemento fundamental en la construcción social, que recupera los valores esenciales y la expresión ética del conocimiento”.

         La universidad pública es donde se genera la mayor parte del conocimiento y de las investigaciones más trascendentes. “Somos capaces de generar sinergias, encontrar soluciones y responder con pertinencia a las necesidades de la sociedad, a pesar de las restricciones financieras”.

         Los avances de la Facultad de Filosofía y Letras confirman que la BUAP está en el camino adecuado, por lo que ahora es necesario dar un paso: el compromiso para crear valor público. Entre estos logros está la calidad de sus programas educativos, todos evaluados y reconocidos, como la recién acreditada Licenciatura en Historia, por el Consejo para la Acreditación de Programas Educativos en Humanidades. Asimismo, sus posgrados adscritos al Programa Nacional de Posgrados de Calidad, la Maestría en Estética y Arte con reconocimiento internacional, por parte del Conacyt, y el Premio a la Calidad del Posgrado y el Doctorado en Iberoamérica que recibió la Maestría en Filosofía.

          En el mensaje, se ratificó el compromiso del Rector Alfonso Esparza para resolver las necesidades de la FFyL, como nuevos espacios para la apertura de posgrados. Entre los desafíos están reducir los índices de deserción, mejorar la eficiencia terminal y la titulación, indicadores que deben ser atendidos para asegurar condiciones en el desempeño laboral y la conclusión exitosa de los estudios.

        Ante el Consejo de Unidad Académica de la FFyL, en el auditorio Elena Garro, Ángel Xolocotzi Yáñez rindió su Segundo Informe de Labores al frente de esa unidad académica, cuya matrícula es de mil 709 estudiantes y una planta académica de 138 docentes -85 de tiempo completo, 46 hora clase y siete de medio tiempo.  

         Allí destacó el crecimiento de los profesores con perfil Prodep, de 59 a 64, y de los miembros del Sistema Nacional de Investigadores, de 43 a 47 (dos con nivel III, siete nivel II, 26 con nivel I y 12 candidatos), en el último año. Asimismo, 55 profesores inscritos en el padrón de la VIEP, de los cuales 25 registraron proyectos ante esta dependencia. La existencia de 13 cuerpos académicos, ocho consolidados, cuatro en consolidación y uno en formación.

         En el año de su informe, refirió que se realizaron 191 actividades académicas, 50 más que en 2016. Se publicaron 35 libros, 19 en formato impreso. En movilidad, 55 estudiantes efectuaron estancias en otros estados de México y otros países, y 75 foráneos fueron recibidos. Destacó también el proyecto Filosofía Verde de sustentabilidad ambiental, por el cual han iniciado un proceso de cambio paulatino a iluminación LED en sus instalaciones.

        Tras agradecer al Rector Alfonso Esparza Ortiz la remodelación del edificio Gabino Barreda, Xolocotzi Yáñez finalizó: “A más de 50 años de existencia, la Facultad de Filosofía y Letras se ha consolidado como una unidad académica en el área humanística, con impacto nacional e internacional; ha defendido su rango y distinción humanista mediante la excelencia de sus programas”.

         “Es una facultad que trabaja mucho, así lo demuestran todas sus licenciaturas en proceso de acreditación, cerca del 50 por ciento de sus docentes en el SNI y un elevado número de posgrados en el PNPC del Conacyt. Ante las problemáticas que enfrentamos, la discusión que compete al ser humano se hace necesaria, por lo que una universidad que apoye el trabajo de las humanidades se vuelve más pertinente. Reitero mi compromiso con la excelencia académica”.