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Los cuatro juicios que Trump tiene pendientes en los tribunales

La imputación en Georgia se suma a los casos por falsificación contable, tenencia ilegítima de material clasificado e intentos de anular las elecciones de 2020

Macarena Vidal Liy
Donald Trump
Donald Trump, el pasado sábado.Charlie Neibergall (AP)

Hasta hace cuatro meses, ningún expresidente estadounidense se había sentado en el banquillo de los acusados en dos siglos y medio de historia del país. Desde abril, Donald Trump ha roto ese honroso récord al haber quedado imputado cuatro veces -una por mes-, todas ellas en casos relacionados con su presidencia y que abarcan desde la falsificación contable hasta la violación de la ley de espionaje. Los juicios que afrontará el año que viene se complementan con una ofensiva por la vía civil que ya le ha condenado por abuso sexual y difamación contra la escritora E. Jean Carroll, y amenazan con convertirse en un importante factor en la campaña electoral del año próximo. Estas son las cuatro causas, por orden cronológico:

El caso ‘Stormy Daniels’

La primera imputación de Trump llegará a juicio, según está previsto hoy por hoy, el 25 de marzo de 2024 en Manhattan (Nueva York). En él se examinará el caso Stormy Daniels, el más antiguo de los cuatro y el único que se retrotrae a la campaña electoral de 2016, en la que contra todo pronóstico inicial el magnate logró la Casa Blanca. En aquellos meses, el candidato republicano ordenó a su abogado y hombre de confianza, Michael Cohen, que pagara 130.000 dólares a la actriz porno. El desembolso se camufló como gastos legales. Pero el fiscal Alvin Bragg considera que hubo una falsificación contable y que se hizo con la intención de cometer u ocultar otro delito, como la posible violación de las leyes de financiación electoral.

A finales de marzo, un gran jurado dio luz verde a Bragg para imputar al expresidente de 34 cargos. La vista para la presentación de cargos llegó una semana después, ya en abril. En los juzgados de Manhattan, rodeados de una masa de periodistas, el actual aspirante republicano a la Casa Blanca hizo -por boca de su abogado- la misma declaración que ha repetido en cada uno de sus casos: “no culpable”.

Los papeles de Mar-a-Lago

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El segundo caso es, de momento, el programado para más tarde. La jueza Aileen Cannon, nombrada por Trump durante su mandato, presidirá a partir del 20 de mayo el caso relativo a los papeles de Mar-a-Lago: la tenencia ilícita de materiales clasificados relacionados con su presidencia que el el expresidente guardó en su poder, en su residencia particular en Florida, después de haber dejado la Casa Blanca en enero de 2021, después de que Joe Biden le derrotara en las presidenciales de 2020. Un registro del FBI en agosto de 2022 encontró 48 cajas de material, incluidos un centenar de documentos de acceso restringido. Una treintena hacía referencia a planes de contingencia de alto secreto para atacar un país extranjero (Irán).

El fiscal especial Jack Smith, nombrado por el Departamento de Justicia para hacerse cargo de este caso y el relacionado con los intentos de anular las elecciones de 2020, acusa a Trump de una cuarentena de delitos de tenencia ilícita de documentación clasificada -algunas cajas aparecieron apiladas en un cuarto de baño- y violación de la ley de espionaje, que incluyen el intento del magnate de borrar imágenes de las cámaras que vigilaban la mansión tras recibir una orden judicial para su entrega.

Intento de revertir los resultados electorales

El tercer caso es el más grave y concierne a los sucesos protagonizados por Trump, sus asesores y simpatizantes en el periodo entre la derrota electoral del republicano en las presidenciales de noviembre de 2020 -en las que se impuso el demócrata Biden- y el 6 de enero de 2021, cuando una turba de partidarios del presidente asaltó el Congreso para impedir que los legisladores certificaran el triunfo del actual presidente. El fiscal Smith le ha imputado por cuatro cargos: manipulación de testigos, obstrucción de un procedimiento legal y conspiración para defraudar al gobierno estadounidense y para violar derechos civiles. En su pliego de cargos Smith también alude, sin mencionarlos por nombre ni presentar cargos contra ellos, a seis colaboradores de Trump implicados en la trama.

“[La imputación] no es solo la acusación más grave, con diferencia, contra el expresidente. Es quizá la imputación más importante presentada jamás en un tribunal estadounidense contra alguien para proteger la democracia estadounidense y el Estado de derecho”, escribía el profesor Richard Hansen, de la Universidad de California-Los Angeles, en el digital Slate.

Los fiscales consideran que las afirmaciones de Trump de haber ganado las elecciones eran “falsas, y el acusado sabía que eran falsas. Pero el acusado las repitió y las difundió ampliamente de todos modos para hacer que sus afirmaciones conscientemente falsas parecieran legítimas, para crear una intensa atmósfera nacional de desconfianza e ira, y para erosionar la fe pública en la administración electoral”.

La comparecencia de Trump en un tribunal federal de Washington -una ciudad a la que odia y que le corresponde en el sentimiento- fue la primera en la que el expresidente pronunció él mismo y de viva voz su “no culpable”. No se ha fijado aún una fecha para el juicio. Smith aspira a un proceso rápido que empiece el 2 de enero, pero el equipo legal del expresidente no tiene prisa: el argumento de que es una víctima de los poderes fácticos le genera a Trump abundantes réditos electorales. “No hay ninguna necesidad de meter prisa a un acusado en Estados Unidos. Y esperamos que el Departamento de Justicia reconozca que la justicia es más importante que la velocidad”, declaraba el abogado de Trump John Lauro a la cadena NPR.

Intento de alterar el resultado electoral en el estado de Georgia

La cuarta imputación alberga similitudes con la tercera por cuanto se relaciona también con los intentos de alterar los resultados electorales. Pero este caso, a diferencia de su precedente, no es federal, sino estatal, y solo concierne a lo que ocurrió en el estado de Georgia.

La fiscal Fani Willis, al cargo de la investigación, podría imputar a cerca de una docena de personas junto a Trump por las presiones a funcionarios electorales del estado para cambiar la suma de los votos, que dieron el triunfo a Biden por menos de 12.000 papeletas. La letrada también ha examinado el caso de la entrada entrada irregular en los sistemas informáticos de las máquinas de votación electrónica en un condado rural y un intento de recurrir a electores falsos para que se pronunciaran a favor del presidente.

Una de las pruebas más dañinas para Trump, al menos a priori, es una grabación, publicada por el periódico The Washington Post, en la que se le escucha presionar al secretario de estado de Georgia, Brad Raffensperger, para que “encontrara” un número de votos suficiente para superar en el recuento a su rival. El expresidente asegura que en esa conversación simplemente se limitaba a expresar su descontento.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

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