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Daniel Abreu, Danza | FluyeArtistas

Daniel Abreu es bailarín y coreógrafo

Daniel Abreu es un reconocidísimo bailarín y coreógrafo de La Matanza de Acentejo, Tenerife, de donde es, además, hijo predilecto. Tras la entrevista a Lili Quintana, Daniel nos acerca a conocer cómo ha vivido la danza este confinamiento en #fluyeartistas.

Como intérprete, ha desarrollado su trabajo en distintas compañías y colectivos de danza y teatro del panorama nacional como Provisional Danza y Matarile Teatro, y como creador, atesora una dilatada trayectoria creativa dibujada por más de sesenta producciones, que han podido verse en más de 40 países, donde han sido reconocidas por crítica, público y diversos galardones, situándola en una de las más destacadas agrupaciones de la actualidad de la danza desde hace años.

Cía. Daniel Abreu es su proyecto de compañía con la que hoy viaja por el mundo impartiendo también diferentes talleres y cursos en los que comparte su visión creativa y de herramientas técnicas corporales y de expresión.

Entre el reconocimiento cosechado a lo largo de su trayectoria destacan el Premio Nacional de Danza 2014 en la categoría de creación, otorgado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte; el Premio a la Mejor Dirección en el INDIFESTIVAL de Santander 2010; el Premio del Jurado a la Coreografía en el XVIII Certamen Coreográfico de Madrid (2005); el Premio Fundación AISGE a un bailarín sobresaliente, para asistir al American Dance Festival (2005) recibido en el marco del XVIII Certamen Coreográfico de Madrid (2005) y la mención como Bailarín más Destacado del IV Certamen Coreográfico de Maspalomas (1999).

En el año 2018, su obra La Desnudez recibe el Premio Max a la Mejor Coreografía, Mejor Espectáculo de Danza y Merjor Intérprete Masculino de Danza, y en el año 2019, su obra Abisal recibe el Premio Réplica al Mejor Espectáculo de DanzaMejor Banda Sonora y Mejor Vestuario para Leo Martínez.

Daniel Abreu | Danza

¿Cómo era, hasta la declaración del Estado de Alarma, tu rutina de trabajo? ¿Cómo era “un día en la vida de”?

Estaba trabajando en India y, desde la Embajada de España, me propusieron volver ante la posibilidad de que se cerraran las fronteras, así que a apenas 8 horas de esa llamada, estaba metido en un avión camino a Madrid. Justo el día que llegué a España se declaró el Estado de Alarma y, como todos, lo he vivido en casa, en Madrid.

El día a día de mi trabajo es una mezcla de movilidad continua por diferentes lugares o periodos de trabajo intenso en un estudio de danza o en mi casa. No tengo una rutina clara, pero trato de ser organizado con mi agenda: clase de entrenamiento que tomo o que doy, gimnasio, yoga, horas de oficina, pensar, ensayos con bailarines, leer, estudiar… Lo voy moviendo según el proyecto y el lugar.

¿Cómo cambió ese plan de trabajo “normal” con la llegada del COVID-19 y, en especial, con el estado de alarma y confinamiento de la población? ¿A qué te está costando adaptarte?

Pues tuve que parar un proyecto de enseñanza y creación en India. Se han pospuesto algunas funciones que tenía estos meses y otros proyectos de creación para este año se han visto frenados y condensados a las próximas semanas. Ahora me enfrento a retomar lo máximo posible, y encajarlo con poco tiempo y otra normativa.

A pesar del parón mi actividad ha sido frenética delante de un ordenador, libros y cuadernos. Por un lado, ha sido muy positivo observar el mundo desde la ventana por unos meses, un regalo, pero dentro ha habido un exceso de trabajo con herramientas limitantes y la petición de resultados muy por encima de las circunstancias.

Creo que ha sido un periodo que ha invitado a la reflexión y me he visto arrastrado por la reacción.

Eso me ha costado mucho, porque se me exigía ser eficiente en una situación que todos hemos toreado con dificultad. En algunos casos pude protegerme de esto, pero reconozco que en otras ha sido muy molesto.

La tecnología está siendo la salida para muchos profesionales y, muy en especial, para los artistas, sobre todo con las videoconferencias (y más cosas). ¿La has utilizado para tu trabajo? ¿Qué respuesta has tenido de tu público?

Sí. Las reuniones virtuales, las clases y otros asuntos han sido los grandes protagonistas de mi día a día, y ha sido agotador. La tecnología nos brinda remedios, pero no modelos de trabajo útil para lo que hago. Ahora es algo novedoso para muchos y no podemos cubrir muchos aspectos a través de una pantalla. La tecnología requiere niveles de concentración muy altos y una afinación en lo perceptivo.

En la pantalla solo podemos usar la vista y el oído y no es una solución para todo ni para todos. La danza para la pantalla es un género que se carga con aspectos fundamentales de esta profesión, pero no es la danza, es sólo uno de sus hijos.

La tecnología no es la solución, es un medio, y, en este momento, una reacción, una herramienta. Es como usar una tenaza para martillar muchos clavos.

Probablemente, todo esto te afectará también a nivel económico, ya sea en actuaciones/ventas/exposiciones (esto depende de tu disciplina artística correspondiente). ¿Te preocupa más la situación actual o lo que “se viene” ahora?

Me preocupa el futuro, como a todos. Por mi parte, todo se ha compensado por mi previsión y esperanza. Los trabajos que no pude hacer se han pospuesto y eso es un alivio. Pero cuando volvamos a la normalidad, no tenemos ni idea de dónde va a quedar la danza. Nunca estuvo fuerte, no sé si esta crisis la ha dejado en algún lugar protegido y si volver a bailar como hacíamos hasta hace unos meses será posible.

Entrando más en materia de este blog, curiosamente, el confinamiento está resultando un respiro enorme para el planeta: el mar, los montes, el aire se están renovando. Quizás esto debería significar una mayor conciencia medioambiental, pero ¿confías en que estemos aprendiendo o crees que volveremos a ser “los mismos de siempre”?

No puedo hablar por nadie. No sé sí seremos más o menos conscientes respecto a cómo cuidamos este planeta, pero la naturaleza es más grande que nosotros, y nos ha recordado que somos parte y no está a nuestro servicio.

En sólo unas semanas se recuperaron espacios contaminados y sobreestimulados para que fueran ocupados por otras especies y formas de vida. No creo que haya muertes por consumir menos y eso sí que ha sido una buena lección. La naturaleza se comparte y, ya que podemos y sabemos, debemos estar agradecidos. Del confinamiento me quedo con que la solución al gran problema medioambiental es posible, y esto ha sido el claro ejemplo.

La cosa está peliaguda con el turismo. Pero los viajes de ciudad son viajes culturales. Uno va a ver museos, arquitectura, conciertos, teatro, etc. ¿Cómo crees que podría la cultura añadir más valor al turismo en Canarias?

Hay muchos eventos de entretenimiento y consumo publicitados de forma incisiva e incansable mientras que los culturales quedan relegados a espacios de difusión con poca fuerza que, además, muchas veces se hace desde un tono apocado y de rareza.

Reforzar la promoción y los beneficios de consumir cultura, apostando por una tarde en un centro cultural frente a un centro comercial, sería algo valioso para todos.

Pero es importante volver a contarnos que cultura tiene que ver con derechos y crecimiento, no con pasar la tarde entretenido mientras esperas a la cena.

Un referente en tu disciplina

Los bailarines que han estudiado conmigo.

Si existiera el Premio Nobel del Medio Ambiente y la Sostenibilidad, ¿a quién se lo darías?

A los educadores, eso diría que se ha hecho un buen trabajo.

Un rincón de Canarias (playa, bosque, barranco, ciudad…)

La playa de Los Patos siempre.

El próximo viaje fuera de Canarias te gustaría que fuera a…

Copenhague.

Una conducta de las personas que te moleste (pensando en términos de sostenibilidad, medio ambiente, turismo, etc.)

Tirar recursos (comida, materiales,…) para grabar vídeos o hacer espectáculos.

Y una conducta tuya en la que tú crees que podrías mejorar.

Desplazarme más en bicicleta.

Un hábito sencillo para ahorrar agua

Acumular agua de la lluvia.

Daniel Abreu, artista

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Fotografía: Daniel Olsson

1 Comment

  1. […] abarca óperas como La Traviata, Rigoletto, La Flauta Mágica, Cosi fan tutte o Romeo y Julieta,  Pancho coge el testigo del bailarín Daniel Abreu para hablarnos de su confinamiento y el de la música lírica, en #FluyeArtistas y mostrar su […]

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