El Gobierno suspende el cese el fuego con el Estado Mayor Central tras un ataque de esa disidencia a la minga indígena

El Gobierno de Colombia ha informado este domingo de la suspensión del cese el fuego acordado en enero con el Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de la extinta guerrilla de las FARC, tras un ataque que perpetró ese grupo armado contra la minga indígena el sábado. En un decreto firmado por el ministro de Defensa, Iván Velásquez, se lee que el Ejecutivo ha decidido “suspender el Cese al Fuego Bilateral y Temporal de carácter Nacional con impacto Territorial (CFBTNT) entre el Gobierno Nacional y el Estado Mayor Central de las FARC-EP en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca”.

El decreto ordena que se reanuden las operaciones militares y policiales ofensivas a partir de la medianoche del próximo miércoles, 20 de marzo, “en contra de las estructuras del Estado Mayor Central de las FARC-EP presentes en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca”. La decisión del Gobierno se toma exactamente cinco meses después de que se iniciara un cese el fuego bilateral y temporal, el 17 de octubre del año pasado, y que había sido prorrogado en enero por seis meses más. El decreto dice también: “El Estado Mayor Central de las FARC-EP presente en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca ha incumplido los presupuestos fundamentales del CFBTNT pactado atacando a la población civil, a las autoridades civiles y a los integrantes de la Fuerza Pública, y evidenciando poca voluntad de paz”.

Horas antes, el presidente Gustavo Petro había descrito brevemente en su cuenta de X que el hecho ocurrió en el municipio de Toribío (Cauca), después de que el grupo indígena lo acompañara en un acto público en Cali, el viernes. “Con este hecho, el EMC del Cauca viola el acuerdo de cese al fuego”, sentenció el mandatario. La tregua con ese grupo armado liderado por alias Iván Mordisco estaba pactada hasta el 15 de julio próximo. También este domingo, la Asociación de Cabildos Indígenas de Toribío, Tacueyó y San Francisco había pedido la suspensión del cese el fuego: “No pueden estar sentados en una mesa de diálogo mientras en los territorios siguen cometiendo delitos de lesa humanidad”, dijo en un comunicado.

Según relató la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN), los hechos ocurrieron cuando la comunidad buscaba a un estudiante que había sido retenido por la columna Dagoberto Ramos, parte del EMC. Los indígenas instalaron varios puestos de control en esa zona del departamento y en la entrada de le vereda La Bodega, detuvieron una camioneta en la que iban varios miembros de las disidencias. Entre ellos estaba alias Zapata, que fue retenido por la comunidad. “Mientras la comisión se trasladaba hacia el parque de Toribío, llegó a la vereda La Bodega el comandante conocido como Amazonas junto con varios hombres armados que se transportaban en una camioneta, pasaron por encima del punto de control y atacaron directamente y con sevicia a la comunidad reunida”, dice la Asociación.

En el ataque resultaron heridas tres personas: Carmelina Yule Paví, guardia y lideresa del pueblo Nasa de 52 años, quien sufrió heridas graves en el rostro debido a los disparos de fusil y finalmente ha muerto este domingo; Rodrigo Musicué, de 34, quien fue herido de un disparo en el hombro, y Edgar Tumiñá, herido por una bala. Todos fueron trasladados al hospital de Toribío. Por su parte, los miembros de las disidencias se dieron a la fuga. Tras la agresión el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) pidió al presidente Petro y a la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Colombia que lleven a cabo acciones que protejan a las comunidades indígenas en el Cauca.

Tras hacerse público el decreto de la suspensión del cese el fuego, el presidente de Petro acudió de nuevo a X para reconocer que el EMC en Cauca no mostró voluntad de querer unos diálogos de paz serios y acusarlo de aprovechar las negociaciones para fortalecerse: “El EMC del Cauca en sus diferentes frentes no dio desde el principio ninguna señal de querer un proceso serio de paz. Creyó, muy equivocadamente, que la negociación era para fortalecerse militarmente y que su fortalecimiento se hacía a partir de sujetar la población a sus estructuras y de financiarse con la economía ilícita y con el gran capital ilícito”. También añadió: “El Gobierno aceptará a toda persona u organización que quiera hacer historia haciendo la paz de Colombia”.

El EMC es el mayor grupo de disidencias de la extinta guerrilla de las FARC. El 8 de octubre del año pasado acordó poner en marcha una mesa de negociaciones de paz con el Gobierno de Gustavo Petro, como parte de la política de paz total del Ejecutivo, que también ha incluido la instalación de mesas de negociación paralelas con otros grupos armados. En diciembre pasado, como fruto de esos diálogos, la disidencia anunció que renunciaba al secuestro extorsivo como método de financiación.

A pesar de los avances, las negociaciones con el EMC han atravesado por momentos críticos, a los que se suma el anuncio del Gobierno de este domingo. Uno de esos episodios de dificultad ocurrió en mayo de 2023, cuando el frente Carolina Ramírez de las disidencias asesinó a cuatro adolescentes indígenas a los que había reclutado a la fuerza en el departamento de Putumayo, en el sur del país. La masacre llevó a que se suspendiera el cese el fuego que se había pactado desde el Año Nuevo anterior. Meses después, a principios de noviembre, las disidencias decidieron suspender las negociaciones ante la presencia del Ejército en el corregimiento de El Plateado, en el Cauca. Dos semanas más tarde, los diálogos fueron retomados. Esta vez, si bien no se ha mencionado nada acerca del futuro de las negociaciones, se espera que la suspensión del cese el fuego tenga algún impacto en ellas.

Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS sobre Colombia y aquí al canal en WhatsApp, y reciba todas las claves informativas de la actualidad del país.