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Natalia Lafourcade sobre su nuevo disco y el sueño de ser pianista

La veracruzana celebrará con su sexta producción original dos décadas de carrera como solista en las que ha quedado en claro el crecimiento y su evolución como artista.
Natalia Lafourcade restrato blanco y negro para GQ
Para su nuevo disco, Natalia busca una nueva historia, una íntima, sin colaboraciones, homenajes o tributos.Karla Lisker

Natalia Lafourcade está lista para cerrar un ciclo importante de su vida en el que los tributos y homenajes fueron parte esencial de su creación. Hoy, antes de comenzar el proceso de un nuevo disco, platicamos con la cantante sobre sus grandes sueños, sus siguientes pasos y cómo llevar un apellido que cautiva a Latinoamérica.

Natalia sólo piensa en París

Soy respetuosa de la música y los artistas, y no tengo ninguna batalla con géneros o músicas.Karla Lisker

Han pasado ya varios minutos desde que comenzó la entrevista y ahora, justo cuando comenzaron a emerger las preguntas sobre el futuro inmediato (y también las del lejano, donde su respuesta es algo más que sorpresiva), su mente parece abandonar la conversación para dedicarse a pensar, con obstinación y persistencia, en la peculiar capital de Francia. Desde hace varios años, sueña con el día en que se abran las puertas del estudio de grabación galo y comience una nueva historia, una íntima, sin colaboraciones, homenajes o tributos. Una historia de Natalia Lafourcade y de nadie más. “En verdad me gustaría recordar cuándo comenzó esta idea de grabar en París, pero no, no lo tengo claro y mi memoria no me ayuda. Así que cuando eso me pasa, prefiero poner todo mi esfuerzo en realizar la idea y no en reflexionarla. Y todo está listo para París”, sentencia, con la piel de los brazos erizados al hablar (quizá por el frío o, sí, tal vez por pronunciar el nombre de la ciudad) y responder sobre la más sencilla de las preguntas: ¿Por qué quieres grabar ahí?

“Un día me levantaré y comenzaré a ser pianista y esta Natalia quedará atrás”, aseguraKarla Lisker

Para ser exactos, son ya más de seis años desde el día en que Lafourcade apostó por lanzar su último disco “personal” (Hasta la raíz, 2015) antes de embarcarse en la tarea titánica de sumergirse en el folclor mexicano para abrazar y recuperar lo que ella considera las tradiciones musicales y líricas de nuestro país. Un objetivo que se ha convertido en una bandera de oficio para ella y con el cual ha logrado encontrar los detalles y experiencias que le dan un matiz y un color peculiar a su carrera. Hoy, tras lo logrado en Musas Vol.1 y Vol 2. (2017 y 2018), así como en Un canto por México Vol.1 y Vol. 2 (2020 y 2021), y con los miedos, la pasión, las ansias, la creatividad y las frustraciones peleándose entre sí por cada pensamiento de la veracruzana, la búsqueda de autenticidad se ha convertido en una tarea de prioridad a la que Natalia pudo llegar gracias a ahondar en los últimos años en sus propias raíces, en sus emociones y en las referencias musicales con las que quiere que todos en México puedan crecer. “Claro que he crecido mucho desde Hasta la raíz. Han sido años intensos en todo sentido y reflejan claramente mi percepción del mundo. Dediqué mucho tiempo a mostrar respeto a la música y las personas que en algún momento de mi vida fueron más que trascendentes y esas experiencias me llevaron a otras maravillosas, como la recuperación del Centro del Son Jarocho, afectado por el terremoto de 2017, y creo que hoy puedo hacer un recuento en el que me queda claro que es necesario realizar una producción mía, sin duetos, sin reinterpretaciones... Un disco totalmente mío. Han sido grandes años, he conocido y trabajado con gente a la que, sobre todo, admiro y he podido revisitar de su mano canciones y música que necesitaba tener presencia. Ahora toca dar paso a un nuevo proyecto. Tomaré unas vacaciones, iré a comer a Perú, a caminar y a prepararme antes de entrar por la puerta al estudio de París”·

La evolución de Natalia Lafourcade

“Ha quedado impregnada la huella del folclor en mí, en mi música y seguirá ahí de manera orgánica” confiesa NataliaKarla Lisker

Sin una dirección musical concreta (“Ha quedado impregnada la huella del folclor en mí, en mi música y seguirá ahí de manera orgánica”, confiesa), Natalia celebrará con su sexta producción original (Natalia Lafourcade, 2002; Casa, 2005; Las 4 estaciones del amor, 2007; Hu hu hu, 2009; Hasta la raíz, 2015) dos décadas de carrera como solista en las que ha quedado en claro el crecimiento y su evolución como artista. Un camino que si bien se ha mantenido dentro de los lineamientos de la industria del pop, ha corrido riesgos importantes que hoy son sinónimo de autenticidad y que le permiten pensar en un futuro que parece complicado de asimilar. “Mi gran sueño es ser pianista. Una verdadera pianista de sala. Siempre lo he tenido en mi lista de deseos y es un sueño que quiero cumplir y por lo mismo tengo claro exactamente qué tengo que hacer para realizarlo: parar. Para lograr ser pianista necesitaría detener esta vida por muchos años para prepararme y luego presentarme. Hoy no es la idea, pero tengo claro que está ahí y siempre estará. Que un día me levantaré y comenzaré a ser pianista y esta Natalia quedará atrás”, cuenta, enamorada de la música clásica desde la cuna, en gran medida por el trabajo de su padre, Gastón Lafourcade, uno de los pianistas, organistas y clavecinistas más importantes de la historia de Latinoamérica. Y aunque la relación entre Natalia y Gastón ha sido un devenir constante de diferencias (“Mi padre siempre me pregunta: ‘Natalia, ¿cómo haces música? No te veo en el pentagrama y haces música, cuéntame ¿cómo haces música?’”, se detiene a explicar un ejemplo). Ahora, tras reencontrarse y conocer lo que implica el apellido Lafourcade para la vida cultural latina (escritores como su abuelo Enrique Lafourcade definieron una generación completa de literatura en Sudamérica y se convirtieron hasta hoy en referentes de las letras chilenas), Natalia reconoce que su sueño está donde trabaja su padre y que esto los ha acercado cada vez más. “Mi madre fue más que responsable de lo que soy hoy. Con su método pedagógico Macarsi me enseñó las bases y me abrió un camino hacia la música. Me he acercado también a la visión de mi padre y tras viajar a Chile he conocido otra parte de mis raíces que explica mucho de mí. Y sí, quizá sea la suma de eso lo que me lleve a pensar en dejar esta vida musical y comenzar otra”.

Ideas para su nuevo disco

Las opciones son infinitas para Lafourcade a la hora de elegir el envase de sus ideas para su nuevo discoKarla Lisker

Foto tras foto, la sesión con Natalia comienza a llegar a su fin y París sigue ahí. Alguna canción de desamor, algún bolero, un son jarocho... Las opciones son infinitas para Lafourcade a la hora de elegir el envase de sus ideas para su nuevo disco y surge la pregunta: ¿Y el reguetón? Natalia ríe. Desde que los creadores de memes iniciaron una batalla entre ella y Maluma, tras una entrega de Grammys en la que parece que Natalia está en desacuerdo con premiar al colombiano, se ha creado la idea de una cantante intelectual, fría y juiciosa del ritmo que domina las listas. “¿Sabes? Nunca dije nada de esa pelea con Maluma. Nada en lo absoluto y hasta me exigieron que pidiera disculpas. De verdad no quise hablar, ya que no tenía nada que decir. Tomaron una foto, la manipularon, le dieron el sentido que quisieron y luego me pusieron como bandera contra un género y no, no es así. Soy respetuosa de la música y los artistas, y no tengo ninguna batalla con géneros o músicas. Espero no tener que repetirlo, pero por si las dudas: no tengo nada contra el reguetón. No es algo que yo busque, pero no significa que esté en contra”.

Nos revela sobre sus grandes sueños, sus siguientes pasos y cómo llevar un apellido que cautiva a Latinoamérica.Karla Lisker