Cars destined for export stand at Bremerhaven port Alexander Koerner/Getty Images

Pax Trumpia

BERLIN – El presidente estadounidense Donald Trump iba en serio sobre lo de reflejar su desprecio por el sistema internacional en políticas concretas. Su decisión de imponer $50 mil millones en gravámenes punitivos a la importación de muchos bienes chinos podría afectar seriamente el comercio global. Y si bien hizo una exención a último minuto para los productos de la UE, todavía puede que Europa acabe en la línea de fuego.

Está claro que el enfoque de “Estados Unidos primero” no dejará intacto el orden internacional basado en reglas. Estados Unidos desarrolló el orden de posguerra y por décadas ha hecho valer sus reglas. Pero ya no es el caso. Las medidas recientes de Trump no giran solamente en torno al comercio, sino del abandono de EE.UU. de la Pax Americana misma.

Pocos países están más conectados al orden de posguerra que Alemania, que (al igual que Japón) debe su resurgimiento económico tras 1945 al sistema de comercio basado en reglas. La economía germana depende fuertemente de las exportaciones, lo que significa que es muy vulnerable a las barreras de comercio y los gravámenes punitivos que impongan los socios comerciales importantes.

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